Es genial, lo de ser tan feliz que no tienes nada que perder nunca, si algo va mal pues te deshaces de ello y punto, sin compromisos, sin remordimientos, porque debe ser reparador lo de hacer borrón y cuenta nueva, lo de prescindir de la gente, lo de vivir sin sentimientos.
De puta madre, lo de ser un felpudo para que los demás limpien sus pies, sí, aquellos que no tienen nada que perder, aquellos que están hoy bien y mañana te nublan con su ausencia, te clavan el puñal de la indiferencia donde más duele, aquellos que crees que son tus amigos, que les das todo sin pedir nunca nada y te das cuenta ¿que para qué? si nunca te lo van a agradecer, si mañana ya no te necesitan, si les sales gratis.
Defendiendo y luchando esas batallas, combatiéndolas por tus amigos, jugándote la vida y en el fondo sabes, siempre has sabido que son guerras de niños, son trincheras de cojines en el salón de sus casas, pero tu estás ahí, y lo que tú vas a perder no son cosas de niños, pero te sacrificas, te quedas ahí en medio porque lo único que quieres es intentar que finalice pronto, para volver a casa con todos tus amigos a salvo de los daños de toda esta guerra sin sentido para tí, esos ... AMIGOS?
Y después, cuando acaba, la única que ha pedido he sido yo, porque ellos nunca pierden nada, les da igual, son de hierro, son insensibles, saben que me hacen daño pero no les importa, porque la amistad que creía que era invencible, me ha vuelto a engañar una vez más, he usado todas mis armas para protegerles, pero ¿quién me ha protegido a mi?
Se que no perdeis nada, porque yo no valgo mucho.
De puta madre, lo de ser un felpudo para que los demás limpien sus pies, sí, aquellos que no tienen nada que perder, aquellos que están hoy bien y mañana te nublan con su ausencia, te clavan el puñal de la indiferencia donde más duele, aquellos que crees que son tus amigos, que les das todo sin pedir nunca nada y te das cuenta ¿que para qué? si nunca te lo van a agradecer, si mañana ya no te necesitan, si les sales gratis.
Defendiendo y luchando esas batallas, combatiéndolas por tus amigos, jugándote la vida y en el fondo sabes, siempre has sabido que son guerras de niños, son trincheras de cojines en el salón de sus casas, pero tu estás ahí, y lo que tú vas a perder no son cosas de niños, pero te sacrificas, te quedas ahí en medio porque lo único que quieres es intentar que finalice pronto, para volver a casa con todos tus amigos a salvo de los daños de toda esta guerra sin sentido para tí, esos ... AMIGOS?
Y después, cuando acaba, la única que ha pedido he sido yo, porque ellos nunca pierden nada, les da igual, son de hierro, son insensibles, saben que me hacen daño pero no les importa, porque la amistad que creía que era invencible, me ha vuelto a engañar una vez más, he usado todas mis armas para protegerles, pero ¿quién me ha protegido a mi?
Se que no perdeis nada, porque yo no valgo mucho.
+copia+3000+copia2.jpg)
0 comentarios:
Publicar un comentario